martes, 30 de marzo de 2010

una noche más



Y si, esa noche para el era especial, se acomodaba la mejor ropa que tenia, después de mucho tiempo volvía a verla, a ella, esa mujer por la que de ser necesario hubiera bajado al mismísimo infierno si ella se lo hubiera pedido. Si de vuelta se volvían a cruzar y Juan tenía una mezcla de añoranza con esperanza. Un nudo en la garganta inmenso que le dificultaba el habla, que le dificultaba pensar, que hacia que el corazón quisiera salir. Y eso que recién estaba frente al espejo, mirándose por decimoquinta vez. Una vez listo emprendió el viaje hasta la plaza del bombero a esperar el colectivo. De allí salio con rumbo al lugar donde estaba pactada la juntada.
Un grupo de amigos esperaba y las manos ya le sudaban, estaba nerviosismo, hasta que apareció esa figura inconfundible, con la misma sonrisa de siempre, el mismo andar que lo hipnotizo durante tanto tiempo. Era la mismisima venus bajada del olimpo y Junacito cada vez mas nervioso no sabia que decir, el bobo, se le salía del pecho pedía libertad a gritos y el no lo dejaba escapar, ni mamado iba a dejárselo nuevamente en las manos a esta mina. Y le pedía a ese corazón que se quede tranquilo en su lugar, el pobre después de tanto golpearse hizo caso por un rato y se serenó tratando de encontrar dentro de tanta locura un poco de paz, esa paz que fue trasmitiéndose con el pasar de los minutos.
El celular le sonó y con sus manos entre torpes y nerviosas trato de leer el mensaje, que nada tenia que ver con ese momento. Pero todo temblaba, parecía que no podía controlar los nervios se fue hasta el baño prendió su 8vo cigarrillo de la noche y trato de volver a pacificarse. El Ambiente estaba cada vez más tenso y encima, el no se decidía a avanzar de nuevo. Pero como un niño había armado con su cabeza y con ayuda de su corazón un castillo enorme de naipes Hermoso para la vista pero muy inestable, donde se albergaban ilusiones y anhelos que el sabia no debían existir.
Esta mujer que tanto amó levanto el castillo por los aires, lo sacudió hasta que no quedo un solo naipe de pie. Sueños, ilusiones, cariño, todo pero todo se fue por un caño, nada de lo que Juan en un Primer momento de la noche soñó se había cumplido. Ella se habia marchado en compania de otro tipo. La noche lo había apuñalado de la manera mas cruel, el bobo se estampaba contra una pared Nuevamente y Juan caminaba sin rumbo otra vez por una calle bastante oscura llorando penas que sabia que iba a llorar y sufriendo por anhelos que nunca debió tener.
Esta mina de nuevo le había arrancado lo poco que le quedaba de cariño a este ser extremadamente amable. Que juro y perjuro nunca más volver a chocarse la pared por una figura femenina… Una promesa que según creemos los que estamos a su lado jamás podrá cumplir por que dificilmente un tipo con tanta amabilidad pueda resistir ante los embates de una sorisa sincera o una cabellera larga con aroma a jazmin.

2 comentarios:

El Perro dijo...

Al principio dije "WTF' Patota escribe?". Y ahí, por amigo, y por curioso, arranqué a leer.
Después dije "Hey, está bastante bien".
Y después, pocas palabras después, terminó por gustarme, y mucho. De poco logro entender esas emociones tan abismantes que a veces sentís, y eso indica que lo escribiste bien, pelotudazo :)

Patota dijo...

Gracias perro es uno que tenia guardado hace meses, bastante autobiografico, pero no me terminaba de decidir, hoy lo relei lo acomode un poco y me anime