domingo, 28 de octubre de 2012

Contestación

Es de mañana, el calor agobia y quita el poco de aire que corre, encima estamos en Entre Ríos y el aire pesa 4 kilos más que en cualquier otra region. El chango resuella mientras observa los arboles a escasos 200 metros, con los vidrios de los autos que reflejan la luz.
Mete los ultimos pedaleos y se dispone a llegar, de camino viene pensando lo mucho que tiene que contar a su abuela en los días que no se han visto.
 Apura el paso e ingresa con la bici a su lado como quien la lleva de tiro. Se apresura para atarla contra la reja y saca el paquete que lleva en su mochila para obsequiarle. Inmediatamente dos gotones se le asoman por los ojos y las lagrimas le ruedan por la cara, se le comprime el pecho mientras un sentimiento le bailotea en derredor mientras se acerca a la abuela.
Todo lo que venia pensando se diluye y se limita a dejar el ramo de flores contra el marmol tibio mientras se postra sobre el mismo quebrando en llanto y dienciendo
-Te extraño.
La gente alrededor  miran  extrañados la escena y sienten una especie de verguenza ajena, Matias ni cuenta se da, se pone de pie hablandole de algunas trivialidades. Cuando de golpe  mientras una caricia acompaña el contorno de su cara la abuela contesta.
-yo tambien mi querido.
Nadie  escucha las palabras, solo Matias comprende dicha frase, y alli radica la importancia de que solo el la escuche, no importa que nadie mas lo oiga. El destinatario de dichas palabras volvio a sonreir por un rato al menos y eso es lo Importante aqui.
F. L. G "alias" P4ToTa

lunes, 15 de octubre de 2012

Boleto de Ida



Con el dolor a flor de piel aun, con las venas teñidas de enojo, arranco a escribir estas líneas bastante desordenadas que no tienen más objetivo, que el recordarte lo mucho que te amo.
Hace un par de días te piantaste pa los cielos,  ahí donde tantas veces repetiste ibas a encontrarte con tu hijo, ¿Como vamos a estar tristes? Si vos ahora seguro estas desde allá arriba cebándole unos mates, riéndote a carcajadas con ese negro divino que tenemos de tío.
Yo no peco de egoísta, yo tengo claro que vos esperabas el momento, por que las cosas no eran ya lo mismo… por que todo dolía el doble y por que nada estaba siendo igual.
Así que acomodaste tus mejores pilchas, esa hermosa valija la llenaste de abrazos y recuerdos y te dispusiste en el anden a esperar el tren que tiene boleto de ida, rodeada de todos nosotros, te abrazaste con todos, nos dijiste o nos regalaste alguna cosita que seguro no nos la olvidamos más. Y en eso llego, grande, imponente una locomotora de las viejas, de esas que vos me contabas cuando era guri, tiraban los trenes en los que viajabas. Freno  mientras algunos reventábamos de bronca y otros disimulaban las lágrimas detrás de negros lentes.
Se me aflojaron dos lagrimones enormes, que rodaron por la cara y fueron a parar al suelo pero al verlo a ese roble de 88 años llorar  busque abrazarlo y mostrarme de piedra para que se apoye en mi, yo que tantas veces necesite su guía. Vos sacudiste un pañuelo multicolor de esos hermosos que usas, y dijiste no es un adiós, es un hasta luego.
Algunos enojados, otros quebrados, ahogados en un llanto eterno pedían te quedes, busque la serenidad del cielo diáfano de ayer para pensarlo… Y la respuesta que encontré no me sorprendió, era un viaje a partir del cual vos ibas en paz, serena, con tus rulos divinos, tus lentes ahumados para el sol y la esperanza tuya de encontrarte con el tío, que no me cabe duda allá, esperaba en la puerta con un termo y el mate recién ensillado. Para cuando llegues vos viejita sentarse en la mesa (como lo hacían en casa) a charlar por horas y devorarse los mates.
El tren silbo, esas ruedas enormes traccionaron sobre el metal y el chillido del roce entre fierros me inundo los oídos, apuraste el paso medio a las chuequeadas como siempre y subiste el escalón para emprender el viaje. Desde el anden nosotros viendondote despacito irte entre el humo y el vapor que la locomotora emanaba. Me aleje un poco del gentío para ver un poco más claro, para observarte mientras te ibas, te habías sentado en el tercer vagón, llevabas tus lentes, tu vestido bien arreglado, tenias tus guantes de seda y una cartera que hacia tono con los mismos. Estabas tan paqueta como lo estuviste siempre y con una serenidad que daba miedo, el problema es para los que acá quedamos peleándola entre mortales pero con la firme certeza que vos junto con ese negro hermoso que tenes por hijo están en algún lado tomándose unos amargos y vigilando que los que acá estamos no hagamos ninguna cagada.
No me quedo mas que gritar desde el costado del tren un hasta pronto mujer eterna,  mujer de casa, de laburo y por sobre todo de familia. Como vos dijiste esto es un hasta pronto nada más. Y hoy pongo el reloj en cuenta regresiva para que ese hasta pronto se cumpla y vuelva a verte.  Te quiero
  F. L. G "alias" P4ToTa

lunes, 8 de octubre de 2012

susurrando CONTRAFESTEJA

El humo, espeso por la leña media verde, se espesaba mas aun por la humedad imperante. La tarde regalo un respiro entre tanta lluvia para poder contra festejar como corresponde.
Entre mate y mate algunos apuraban el paso frente al colegio nacional, para llegar antes del comienzo, de golpe una joven llamo a formar, mientras iban retirando las tambores de la ronda alrededor del fuego se disponían en filas. Un wipala enorme marco el camino y el sonido tan africano y tan latino a la vez empezó a sonar por las callesitas de nuestra ciudad.
 Las chicas marcando el paso delante, llevando  la sangre  negra por el asfalto, los tambores tronaban y la gente  asomaba la terraza para ver el desfile de cuerpos danzantes por las calles de la ciudad, en el Baucis, los foquitos de colores y los farolitos del la esquina, anunciaban clima de fiesta popular.
 Los negros, los zambos, los indios, todos estaban ahí quisieran o no ellos estaban, compartiendo la cerveza fría del pico o prendiendo un cigarro. El pasaje era una muestra de olores, colores y sonidos, regalando alegría a los que nos metemos en este descomunal festejo de nuestra indianidad, de nuestra africanidad. Por que concientes o no somos herederos de las raíces de nuestra America y es innegable el influjo de los gauchos, los negros, los indios y los zambos.
Ayer el pasaje nuevamente regalo colores, alegrías y mucho ritmo, llenando e alma a un grupejo de locos de Paraná que como todos los años cerquita del 11 de octubre algunos  decidimos contra festejar.
                                                                                             F. L. G "alias" P4ToTa