Juan Carlos es un laburante, uno de esos que vive del día a día,
tiene su tallersito automotor donde todos los días de su vida como hace
23 años se revienta las manos en pos de exprimirle a su cuerpo una
monera mas para vivir un poco más dignamente todos los días. Poco le
importa a el el dolar, si las acciones del merval suben o bajan o si el
Baring Brothers vende mas o menos. La economía que a el le importa es la
de la olla, (la que como el nombre de la palabra lo indica economía) la
que mantiene la casa.
Juanca es un tipo que anda solo; la vida
además de negarle nombre, status social y familia le negó compañía, una
compañía que haga que llegar a casa a las 8 de la noche en pleno
invierno, después de laburar todo el día, haga que la casa sea un poco
mas cómoda, algo mas tibia y por lejos que la noche no sea la tortura
que es en pleno Julio.
Pero algo que si tenia este muchachin,
era que era uno de esos que soñaba con salir, soñaba con una buena vez
levantar cabeza del todo, dejar de limar guita en alcohol y putas
cuando por las noches la soledad se metía por entre las sabanas y lo
atacaba con frías puñaladas, puntasos que entraban por el costado mas
desguarnecido de este amable mecánico, simpático hombre y además
excelente tipo. La vida le venia negando varias cosas, entre ellas estaba
esto de la compañía que dolia mucho, pero muchisimo eh. Sobre todo
cuando la ginebra barata le arrancaba las lágrimas contra la almohada,
encima después venían las cuentas el taller no se abría por que el
cuerpo dolía después de esas noches de exceso y los papeles de colores
pidiendo dinero, se acumulaban en la mesa.
El era uno de esos que
sueñan con salir de pobres, que sueñan que un día la taba se de vuelta y
empiece a llover dinero o agarrar el quini o pegarle las 4 cifras a
la cabeza y con eso salir un poco de pobre. El problema es que la suerte
en este puto sistema no cambia, aquí quien no tiene cara , quien es un
numero del censo, que se censa únicamente para saber si tiene brazos y
donde los puede usar el sistema. Aquí se es nadie, a pesar de que se
sueñe se sigue siendo nadie, la casa de alquiler no es de uno ni tampoco
lo sera.
Pero si desde que arranque a escribir esto vengo
diciendo las visisitudes por las que Juancho pasaba, pero insistimos en
que el sueña, si el sueña por que esta vivo, por que las manos curtidas
por las herramientas y quemaduras, por hacer fuerza hasta el artazgo,
sueña por que esta bien vivo, por que a pesar de todo de la inflación,
del alquiler y de la mala vida, el todos los días sale de cara al sol, a
pelearle a quien dice que no que el puede y también, el sueña por que
Carolina, esa mujer con la que cada tanto tenia encuentros ( no muy
amorosos que digamos) Ya que era solo una cuestión de satisfacciones de
ambos lados, hace unos meses le comunicó que esta esperando una nena y
que esa nena es suya. Juan Carlos hoy tiene por quien pelearla y además
hace dos semanas Carolina convive con el.
Lo que en algunos sectores de alta "suciedad" seria un desmerito y
como la guita sobra el aborto seria la primera opción para este
laburante, es una motivación pa arrancarle a la vida una tajada un poco
más grande... por que en poco tiempo esa tajada se divide por uno más. Y la verdad es que no hay cosa más linda que soñar, total para nosotros los pobres es gratis.
F. L. G "alias" P4ToTa
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