martes, 17 de julio de 2012

de tal palo tal astilla

Que te voy a contar a vos de tiempo, si lo llevas grabando en el cuerpo, menos aun hablarte de sacrificio si tus manos arrugadas son fiel testigo de tu constante laburo, y menos que menos aun decirte que es la vida si pasate 88 inviernos con sus veranos correspondientes, a vos lo único que puedo decirte es GRACIAS.
Por vos soy el tipo que soy, al que le inculcaste en la cabeza valores hoy en desuso como la honestidad, el valor, y el sacrificio para alcanzar una meta eso me enseñaste, por eso digo gracias.
Ojo no todas son flores, hay vicios y costumbres que son tuyos, el hablar hasta por los codos, un carácter cuanto menos "particular", el mate por la mañana y las tardes de costa con la linea tirada en nuestro padre río. Y es que en esto de ser tu nieto, nunca quiero fallarte, como vos , que tanto odias equivocarte y disfrazas historias para hacer de cuentas como que al final tenias razón.
Yo soy una astilla de quebracho, un quebracho que azotado por inviernos, sequías e inundaciones sigue plantando en el mismo lugar, regalándome charlas eternas sobre tu servicio como gendarme o sobre la vida misma en tus pagos cuando eras guri y jugabas a ser hombre laburando en el campo.  Vos me hiciste un poco lo que soy Junto con el viejo y por eso en el día en que estas cumpliendo 88 años quiero decirte gracias y perdón, perdón por que seguro alguna vez no estuve a la altura de las circunstancias, o te falle perdón por no seguirte el tranco, que vos marcas día a día.
Pero si se de algo de lo que estas orgulloso y es de que llevo bien alto el estandarte de la familia, la humildad y el laburo, eso por lo que hoy por la noche estabas tan contento, por tener los gurises correteando en el patio de nuevo. Viejo de tardes junto al rio, recitando algun poema gauchesco como los que te gustan o siestita al sol tratando de enganchar 2 notas de guitarra te quiero, te quiero mucho, y en estos 88 no quería ser menos y necesitaba escribirlo, saberlo lo sabes, gracias por tanto y perdón por tan poco, la deuda la iremos achicando en tanto el tiempo me siga regalando el estar al lado tuyo.

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