jueves, 17 de mayo de 2012

Y es que tu sonrisa me salva.

Noche de verano si mal no recuerdo, estaba en la facu, cuando hiciste el ingreso a la misma y por poco me dejas sin ojos, pasaste indiferente delante mío. (Y si, si ni me conocías, por que ibas a ser simpática) el pañuelo en tu cabeza, los ojos como el mar, tu cara de ángel y el… el todo. Este tarado que se pone a armar estas desordenadas líneas buscaba por ese momento explicaciones y obviamente comente a quien estaba como confesor al lado mío de momento quien eras, de donde habías salido, confesor que nada pudo decirme. ¿Cómo hacia ahora? Como hacia sin conocerte siquiera, para rastrearte buscarte entre el gentío que a diario bullía en la facultad con sus pasillos abarrotados. Me propuse firmemente ubicarte, esa tarde fuiste un rayo que paso, pero mis ojos fueron mas rápidos, y cual cámara fotográfica habían grabado tu rostro. El problema era ahora… la complejidad de cómo ubicarte… por que no se si me explico? Pero nuestra facultad es gigante y diariamente sus pasillos son recorridos por miles de gurises. La cosa era más que complicada para este humilde servidor que ahora escribe. Pero el destino me pego un guiñazo y me permitió que te tuviera como compañera de viaje en el colectivo, ahí mismo saque el arsenal que tenia dentro de mi morral y empecé a buscarte temas de conversación que quizás podían empezar algo de charla, no me conocías y yo como un tarado te buscaba charlar en el estrecho asiento del Cole, la facu, el clima, la carrera, hasta el dolor de muelas, nada me permitía romper el hielo hasta que saque un librito para leer en el colectivo, casi dandome por vencido ya… Benedetti afirmaste al leer la tapa y obviamente use eso para empezar una charla sobre poesía y música que duro los 25 minutos restantes de Viaje, allí me entere que te llamabas Alejandra y que por lejos tenias la sonrisa mas bella del mundo. Sonrisa que llegaba en un momento de mi vida, donde el bobo estaba deshilachado y los remiendos se salían solos, eran momentos de crisis para mi cabeza pero bue eso es totalmente secundario ahora lo que quiero seguir contando obedece a otra cosa así que vuelvo al colectivo…. El destartalado ómnibus, llego a destino y me dejaba cerca de casa, el problema es que desvariando con vos, me pase 4 paradas. Poco me importo, por que gustoso las camine de vuelta al tiempo que pensaba la suerte que tenía. Con vos todo se hizo mas fácil las charlas se volvieron frecuentes, las miradas se cruzaban de otra manera y el tiempo compartido me regalaba sonrisas por doquier, las sonrisas que tan le hacían a este desvencijado cuore. Eternos debates sobre música, folclore, tango, rock, otros tantos sobre cine y alguno que otro más sobre literatura, me permitían regalarme momentos al lado tuyo. Y en esos momentos me enteraba que tan bien no estaban las cosas, que en tu casa el ambiente era complicado pero siempre quedaba a mitad de camino el tema; nunca podíamos cerrarlo, por alguna que otra excusa tuya, hasta que un día pregunte por un machucon en tu brazo que parecía un golpe. Y ahí largaste como catarsis tú viejo te pegaba, te cagaba a palos literalmente después de chuparse, reaccione como el orto en un primer momento, juro que quería llenarle la cara de dedos a ese hijo de puta, en ese instante sentí el tirón del buzo y al final de la mano que me sostenía estaban tus ojos con algunas lagrimas mojando tus mejillas, pidiéndome calma. Pensé 800 cosas en un minuto, denuncias, escraches, hasta una marcha, pero no. Pedíste que bajara un cambio insistias en que se iba a solucionar y al mismo tiempo te despedías. Esa noche mía fue eterna Yo te había dicho, que prefería balas en mis piernas que las lagrimas en tus ojos, insulte al dios creador que osaba dañarte, que desoía tus lamentos y no secaba tus lágrimas. Que podía hacer, la noche fue larga, y la mañana aun más, al mismo tiempo hablaba con abogados, y buscaba argumentos para convencerte, hasta que llegaste…cuando te vi. deje de comprender todo la mitad de tu cara estaba color morado todo por haber llegado 20 minutos tarde a tu casa, no recuerdo que paso, soy sincero no lo recuerdo, si se que te subí al auto y arrancamos después la historia se fue hilvanando de acuerdo a lo que vos me contaste y algún testigo mas, según ustedes entre derecho sin golpear la puerta le metí un cortito en el estomago y lo saque a tu viejo de adentro del forro de la remera al tiempo que improvisaba unas esposas con unos precintos del auto, lo metí en la parte de atrás y fuimos a la comisaría. Una vez allí inicie yo una denuncia por maltratato mientras este cobarde gritaba desde el fondo de la pieza donde lo interrogaban. Esto esta resumido por que con todas las implicancias que hubo se haría demasiado tedioso y extenso. La cosa es que se fue resolviendo para bien ese Hijo de puta quedo guardado por un tiempo, ya que tu madre amplio la denuncia por maltrato hacia ella también. Vos no lo tomaste muy bien en un primer momento, por que porque mas que amigos no éramos a ese momento, me dejaste de hablar por unos días pero te ablandaste luego. Hoy cumplimos 6 años de acompañándonos mutuamente y tus ojos cada vez son mas bellos, tan profundos como el mar y tu sonrisa me regala el mismo sentir que aquel día en el colectivo donde por primera vez me permitiste ser espectador de lujo de ella.

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